viernes, 22 de octubre de 2010

Caminando...

Una vez escuché a alguien decir que un hombre camina siempre a cuestas con su propia casa, porque el hogar está, ante todo, en la mente...

Y me puse a pensar y llegué a una conclusión: así es. En la cabeza se tienen los muebles mentales más importantes. Nos preocupamos porque nuestra casa esté limpia y en orden y nos olvidamos muchas veces de hacer lo mismo con nuestro pensamiento. Al pensamiento también hay que pasarle el trapo del polvo, quitarle manchas, restos de momentos ya pasados, ya vencidos, hay que sacarle brillo y asegurarnos de que todas las ideas están bien colocadas, ocupando un buen espacio, todo en su sitio.

Una vez escuché a alguien decir que un hombre camina siempre a cuestas con su propio pensamiento y que ese pensamiento conforma su hogar y que ese hogar, allá donde esté, construye su camino... por eso no hay distancias, ni adioses, ni esperas, ni despedidas, ni llantos ni temores, ni olvidos, solo cambios de lugar físicos y acomodos mentales sanos, buenos y positivos en las distintas etapas que van llegando a una vida.

Una vez escuché a alguien decir que un hombre lleva siempre a cuestas su hogar, su pensamiento, su mochila de sueños, sus personas queridas, sus... paré en seco y medité: no era una voz extraña... ¡era yo!... allanando el camino.
:-)


Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos,
a pesar de los golpes
que asestó en nuestras vidas
el ingenio del odio,
desterrando al olvido
a nuestros seres queridos.
Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos;
que nos digan adónde
han escondido las flores
que aromaron las calles,
persiguiendo un destino
¿Dónde, dónde se han ido?
Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos;
que nos den la esperanza
de saber que es posible
que el jardín se ilumine
con las risas y el canto
de los que amamos tanto.
Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos;
por un día distinto,
sin apremios ni ayuno,
sin temor y sin llanto,
porque vuelvan al nido
nuestros seres queridos.
Todavía cantamos, todavía pedimos,
Todavía soñamos, todavía esperamos...
(PABLO MILANES Y SILVIO RODRIGUEZ)