martes, 14 de febrero de 2012

Pequeño cuento de final feliz

Vivía en un lejano planeta un niño.

Vivía en otro lejano planeta una niña.

Y en una estrella, también lejana, vivía un grupo de personas llamadas lectores.

La niña deseaba con todas sus fuerzas que le trajeran un gran regalo: la paz en el mundo, que las gentes se llevaran bien, que no hubiera envidias, ni odios, ni malos modos, ni violencia. Deseaba los mares limpios, los árboles perdurables, las sonrisas llenas de paz y miradas llenas de amor del bueno en todas las gentes.
El niño deseaba con todas sus fuerzas su gran regalo: tener a su lado a la niña... para poder disfrutar un día de todos esos deseos cumplidos, pues sabía que la niña, siendo tan cabezota, todo aquello en lo que se empeñaba lo lograba.

Los lectores, desde su pequeña estrella, deseaban con todas sus fuerzas que los niños tuvieran sus regalos cuanto antes, para poder vivir todos más felices.

Y mientras tanto... leían pequeños cuentos con esperanza.


No había mostruos en este cuento, el Universo sencillamente se los había tragado.