martes, 31 de julio de 2007

Jugando a medias



The Scientist-Aimee Mann

Haz clic en el botón "Play" para escuchar la música


¡Dame la pelota!!
- No quiero, es mía, yo digo cuando quiero jugar y ahora quiero jugar solo, no quiero jugar contigo, me estorbas.

- Pero, ¡es mi pelota! ¡no es tuya! tú me la quitaste, siempre me lo quitas todo...

- Me gusta coger lo que no es mío, ¿qué pasa? yo nunca tengo cosas tan bonitas, las tuyas son mejores... a ti te regalan cosas buenas, tu pelota es mejor que la mía, por eso me la quedo, pero he decidido que no quiero jugar contigo, quiero disfrutarla yo solo, ¿entendiste?.

- Que me des la pelota!, (dijo la niña tirando con fuerza de la manga de su jersey).

- Para ya niña boba y déjame tranquilo, siempre protestando, siempre molestando, aparta, no voy a dártela.

La niña se alejó unos metros, se sentó y se puso a hacer pucheros.El niño, sin hacerle ni caso, siguió jugando...Al cabo de unos minutos, el niño aburrido:

- Qué, ¿te vienes a jugar un ratito conmigo?
- No, ahora ya no quiero... (dijo la niña muy digna y enfadada).
- Niña tonta, (respondió el niño molesto), primero querías y ahora que me ofrezco ya no quieres, bah, mujeres no hay quien las entienda.. (y diciendo esto se alejó).
La niña se quedó sola.

Al cabo de un rato la niña, sin llorar, yendo al encuentro del niño...
- ¿Me dejas jugar contigo a la pelota?
- No, ya no, te dí una oportunidad y me rechazaste, a mi nadie me rechaza, ¿qué te crees? juega tú sola, invéntate una pelota y vete lejos a jugar con tu balón imaginario, anda y márchate que molestas.

El niño siguió jugando solo.La niña se volvió a alejar sola, nuevamente entre pucheros y lagrimillas.

De repente llegó un muchacho, de más edad, alto, fuerte con cara de pocos amigos, sin mediar palabra se acercó al niño que jugaba solo con su pelota y se la quitó de un manotazo, allí lo dejo sin pelota, tirado en el suelo.

La niña al ver que alguien le quitaba la pelota corrió a ayudarle, al llegar le tendió su mano para ayudarle a levantarse y le dijo:
- ¿te ha hecho daño ese energúmeno?
- No, (acertó a decir el niño sorprendido), pero... pero yo es que... ¿qué haces? yo creí que estabas enfadada conmigo.
- Y lo estoy, (contestó la niña) lo estoy y mucho, pero que mucho, mucho, eres un cabezón y un egoista y ¡no me has devuelto mi pelota! ¡ni querías jugar conmigo!
- ¿entonces, porqué has venido a preocuparte por mi? (dijo el niño).
- Es que me gustaba ver cómo jugabas con mi pelota, te estabas divirtiendo, solo pero con ilusión, te divertías... (dijo sonriendo la niña).
- Pero... tú no... tú no... tú no jugabas... y era tu pelota (respondió el niño confundido).
- Aah, sí yo también me divertía... mirándote cómo jugabas, claro que era mi pelota ¿crees que se la dejaría a cualquier insensible? (le contestó la niña con alegría).

El niño (al comprender) acertó a decir tímidamente:
- Pues a mi me gustaba ver como estabas sola, jugando con tu falda, sin la pelota, mirándome, con los ojos llorosos, estabas tan linda.... me hacía sentir importante que yo te molestara.

La niña concluyó:
- Entonces, qué tontos somos, ¿verdad? nos estábamos divirtiendo ambos... pero no juntos.
Y sin decirse más los dos niños se miraron, se sonrieron, se dieron la mano y salieron juntos de aquel parque.

****************************************************

Y amigos ¿sabéis como llaman al parque? El Parque de las Diversiones Compartidas, está en medio de un pequeño pueblecillo de gentes sencillas que es famoso por sus aguas termales, dicen que esas aguas suavizan la piel, quien toma baños en las piscinas de aquel parque sale rejuvenecido y todo el que entra a jugar en el parque, vaya solo o acompañado, aunque no quiera bañarse, tan solo jugar... sin saber cómo ni porqué... siempre sale de la mano de un amigo.